Líderes para la transición circular dentro del sector del mueble

Alejarse del modelo lineal "tomar-hacer-usar-desechar" y hacer la transición hacia un modelo de crecimiento regenerativo es esencial para mantener el consumo de recursos dentro de los límites planetarios y reducir el cambio climático. En una economía circular, se mantiene el valor de los productos, materiales y recursos en la economía durante el mayor tiempo posible, mientras se minimiza la generación de residuos.

La economía lineal actual aumenta constantemente su demanda de recursos naturales escasos, lo cual está vinculado al crecimiento económico. Al utilizar y consumir de manera más circular, es posible reducir sustancialmente los impactos de las actividades económicas humanas en el medio ambiente, incluida la biodiversidad, logrando un crecimiento económico sostenible.


Según la Fundación Ellen MacArthur, la economía circular es un sistema donde los materiales nunca se convierten en residuos y la naturaleza se regenera. En una economía circular, los productos y materiales se mantienen en circulación a través de procesos como el mantenimiento, reutilización, remodelación/reacondicionado, remanufactura, reciclaje y compostaje. La economía circular aborda el cambio climático y otros desafíos globales, como la pérdida de biodiversidad, los residuos y la contaminación, al desacoplar la actividad económica del consumo de recursos finitos.



Para acelerar la transición de la UE hacia una economía circular, y bajo el paraguas del Pacto Verde Europeo, la Comisión Europea adoptó el nuevo Plan de Acción para la Economía Circular en marzo de 2020. Entre otras acciones, anunció una iniciativa de productos sostenibles para hacer que los productos sean adecuados para una economía neutra en carbono, eficiente en el uso de recursos y circular, así como para reducir los residuos.

El 30 de marzo de 2022, la Comisión publicó una propuesta de regulación (COM(2022) 142 final) estableciendo un marco para fijar requisitos de ecodiseño para productos sostenibles, derogando la Directiva 2009/125/CE. Esta propuesta se basa en la Directiva de Ecodiseño, pero amplía el ámbito de los productos y los aspectos a cubrir, no solo aspectos de eficiencia energética, sino también aspectos de economía circular como la durabilidad, la reparabilidad, la reciclabilidad, etc.

Finalmente, el 28 de junio de 2024, se publicó en el Diario Oficial de La UE el Reglamento de Ecodiseño para Productos Sostenibles (ESPR), estableciendo un marco para fijar requisitos de ecodiseño para productos sostenibles.


El acuerdo indica que la Comisión deberá priorizar ciertos grupos de productos en su primer plan de trabajo, que deberá ser adoptado a más tardar nueve meses después de la entrada en vigor de la nueva legislación. Entre estos productos prioritarios se encuentran los muebles, junto con el hierro, acero, aluminio, textiles (en particular prendas de vestir y calzado), neumáticos, detergentes, pinturas, lubricantes y productos químicos.

Para estos (y futuros) productos, la Comisión está capacitada para adoptar requisitos de ecodiseño mediante actos delegados. La industria, así como las administraciones nacionales, tendrán 18 meses después de la adopción del acto delegado para adaptarse a los nuevos requisitos de ecodiseño. Sin embargo, en algunos casos debidamente justificados, la Comisión puede establecer una fecha de aplicación anterior.

La Comisión evaluará las mejoras en la sostenibilidad ambiental de los requisitos adoptados, junto con otros criterios como su ciclo de vida o las huellas ambientales, de carbono y de materiales.


Como próxima generación de pioneros de la economía circular, eres una parte clave de la solución. Guiados por una mentalidad regenerativa y restaurativa, tu creatividad y liderazgo contribuirán a la movilización de un nuevo sistema industrial.

— Andrew Morlet - CEO Ellen MacArthur Foundation


Estos requisitos de circularidad y sostenibilidad deben incorporarse en todas las etapas de la cadena de valor del mueble para lograr una economía completamente circular: desde el diseño hasta la producción y hasta el consumidor. Por lo tanto, un modelo circular debería incluir productos y servicios ecodiseñados, basados en materias primas de bajo impacto y trazables, productos duraderos y reparables, procesos de fabricación sostenibles y promoción de los mejores escenarios de uso y recuperación de materiales y productos desechados.

La transición de una economía lineal a una circular implicará nuevos modelos de negocio y el rediseño de las estrategias de las empresas de mobiliario para adaptarlas a la nueva realidad, evitando una pérdida de competitividad durante este proceso.

Para tener éxito, el proceso de transición debe ser liderado por profesionales con el currículum y la formación adecuada para entender, gestionar y promover estrategias circulares en sus empresas y liderar con éxito esta transición a lo largo de toda la cadena de valor del sector del mueble.